El tarsero filipino (Carlito syrichta), llamado mal por los t'boli, es una especie de primate tarsiforme que durante muchos años se creía exclusivo de
las selvas de Sumatra, Indias Orientales, islas Célebes y las provincias de Samar, Leyte, Mindanao y Boholen Filipinas. Pueden girar la cabeza 180 grados y sus grandes orejas membranosas parecen estar en continuo movimiento. Por sus ojos abiertos como platos ostentan el récord Guinness del mamífero con los ojos más grandes en relación al tamaño del cuerpo. Utilizan su delgada cola, dos veces más grande que su cuerpo para balancearse. Trepan verticalmente a los árboles y brincan de rama en rama. El color de su pelaje espeso y sedoso varía entre el gris y el marrón oscuro. Sus dedos están alargados y presentan almohadillas en las yemas para sujetarse y trepar mejor por los troncos. Son nocturnos e insectívoros, presentan un tamaño reducido, de unos 15 cm de largo, que hace muy difícil su localización. Durante el día, estos tarseros duermen en agujeros oscuros cerca del suelo. Su hábitat natural es la jungla con vegetación densa y frondosa para guarecerse en árboles de pequeño tamaño u otros elementos que les confieran protección como hierbas altas, matorrales o brotes de bambú.
Paradójicamente, la superstición local ha servido para preservar esta especie en peligro. Los indígenas los sueltan al bosque porque creen que trae mala suerte.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¿Te gustó? ¿Qué opinas? ¡Cuéntame!